México.- En México, la muerte sabe a dulce y, en ocasiones, a chocolate, toque que le da las "calaveritas" (cráneos de caramelo) que acompañan a las ofrendas que se colocan en casas y cementerios en el "Día de Muertos", el 1 y 2 de noviembre.Las ofrendas se elaboran para recibir a los muertos que, según la tradición mexicana, regresan en estos días para visitar a sus familias. En estos pequeños altares se colocan flores amarillas de cempasúchil, rojas "Garras de león" y moradas "Siemprevivas", veladoras, panes decorados con "huesos" simulados y espolvoreados de azúcar, tamales, frutas, platillos típicos, tequila y cerveza.Además, las "calaveritas", hechas a base de azúcar, chocolate o amaranto, llevan en la frente escrito el nombre del difunto. Marco Aurelio Buenrostro, investigador de la gastronomía y las tradiciones populares mexicanas, explica que colocar las "calaveritas" en los altares es una costumbre urbana.
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